Volver es siempre conflictivo.
Sobre todo cuando se vuelve de Bolivia, donde las rutas y los policias se encargan de hacerte sentir como el enganche que corre con la pelota en la mano a patear un corner de espaldas a la popular visitante...
Sacando eso -o pese a eso- Bolivia te deja estupefacto.
Así que pido un mini break para armar el rompecabezas del altiplano. De acá en adelante, prometo -y yo no soy hombre de palabra- publicar aquellas historias y postales que guardan relación con el viaje, y otras cosas que surgen cuando uno se aleja de casa y logra poner la mente en esos estados de observación instrospectiva.
O algo parecido.
2 comentarios:
vuelve la magia...
Lo que está bueno es volver para contar, aunque suena más convincente si fuese contar para volver, no? Ja, en fiin, nos mantenemos en contactoo muchachoo! :)
Saludos!
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