lunes, 28 de junio de 2010

LECHE

"Escribir y callar. Y no regalar la leche".

Made in Esteban Schmidt

Presentación Antología "En celo",
Torquato Tasso, 13 de agosto 2007

domingo, 20 de junio de 2010

SILOGISMO MUNDIALISTA

La fiebre del mundial dura lo que dura dentro de la competencia, la selección de cuya nacionalidad es el espectador.

Una vez ocurrida su eliminación, todo lo que rodea al espectáculo nos es literalmente intolerable.

Incluso esa cancioncita que dice “give me freedom, give me fire”

lunes, 14 de junio de 2010

AROUND THE WORLD

Por alguna razón que en estos momentos de cuesta explicar, me gusta este video y me rompe la cabeza este tema de Daft Punk.

Y hace tiempo que lo tengo dando vueltas en la cabeza como si un robot tecno me dijera lo que tengo que escuchar. Así que si ven a alguien que por la calle se mueve incordiosamente sin auriculares como un idiota. That´s me.

martes, 8 de junio de 2010

WHISKY


Dirección: Juan Pablo Rebella y Pablo Stoll.
Guión: Juan Pablo Rebella, Pablo Stoll y Gonzalo Delgado Galiana.
Interpretación: Andrés Pazos (Jacobo Köller), Mirella Pascual (Marta), Jorge Bolani (Herman Köller), Ana Katz (Graciela), Daniel Hendler (Martín), Verónica Perrota, Jorge Temponi, Alfonso Tort, Ignacio Mendy.
Año: 2004.
Duración: 94 min.
Género: Comedia dramática.
Producción: Fernando Epstein.
Música: Pequeña Orquesta Reincidentes.
Fotografía: Bárbara Álvarez.
Montaje: Fernando Epstein.
Países: Uruguay, Argentina, Alemania y España

Una persiana que no se arregla, un limón nadando en un te diario, cortes de pelo que pasan inadvertidos y una retórica que no se renueva entre personas que no se renuevan, son las cosas que permanecen haciendo equilibrio en la vida de Jacobo Köller (Andrés Pazos) y su empleada (Mirella Pascual), hasta que una visita -inesperada o no- del hermano de Jacobo: Herman, pone en crisis esa monotonía.

Dueño de la fábrica de medias Köller, Jacobo bifurca el infinito de sus días entre una soledad premeditada y la pérdida de la capacidad de sorpresa y cambio en su vida, que se podría resumir en las siguientes acciones: levantarse temprano, desayunar en un café del barrio, abrir la fábrica, controlar las cuentas de la mini empresa que legó de su familia y volver a su casa.

De repente, la llegada de Herman proveniente de Brasil para asistir a la exhumación de las cenizas de su madre, obliga a Jacobo a pedirle a Marta (su empleada) que conviva con él, bajo la estafa de un matrimonio consolidado que tiene como único fin evadir y -a la vez- afrontar la reaparición de un hermano con el que tiene más diferencias que similitudes.

A partir de ahí, el film pega el vuelco hacia un power trío de actores que se ven obligados a interactuar, primero en las inmediaciones de Montevideo y luego en un hotel de Piriápolis, al que llegan por ocurrencia de Herman, en el marco de una visita que busca reactivar viejas vacaciones familiares ahora extinguidas.

Seguidillas de planos fijos con personajes que salen del foco y vuelven a entrar para dejar en claro esa monotonía tan genuina de las vidas de los protagonistas, como también de los contextos en los que se mueven, Whisky alcanza momentos impagables dentro de la trama, como la escena de la niña cantando en un karaoke, en la que Herman aprovecha para resarcir deudas económicas y morales que aun mantiene con Jacobo por ser éste quien cuidó de su madre en el último tiempo de su vida, o la salida conjunta entre ambos hermanos para ver un partido de fútbol local en Montevideo, donde queda en evidencia dos formas distinta de vivir la vida.

La obra de Juan Rebella y Pablo Stoll -anteriores realizadores de 25 watts- es una de las películas de cabecera que el cine uruguayo le ha ofrecido al mundo y que ha sido premiada en distintos festivales, entre los cuales se pueden enumerar el Iberoamericano de Huelva, donde se llevó el Colón de Oro a la Mejor Película y el Premio a la Mejor Dirección, o el histórico Cannes donde fue reconocida con el galardón FIPRESCI Mirada Original.