lunes, 7 de diciembre de 2009

LOS PARANOICOS


Año de realización: 2008
Dirección: Gabriel Medina.
Guión: Nicolás Gueilburt y Gabriel Medina.
Producción:
Sebastián Aloi.
Intérpretes: Daniel Hendler, Jazmín Stuart, Martín Feldman, Walter Jakob, Verónica Perdomo y Miguel Dedovich.
Fotografía: Lucio Bonelli.
Música:
Guillermo Guareschi.

Muchas personas podrían haber interpretado a Luciano Gauna, pero Daniel Hendler es sin lugar a dudas el primer acierto de Gabriel Medina, que encuentra en el protagonista a alguien ideal para llevar adelante al personaje motor de Los Paranoicos: un adolescente tardío, solitario, introspectivo y de continuas procesiones internas, que se gana la vida animando fiestas infantiles mientras invierte el tiempo que le sobra en tratar de terminar el guión para su primera película.

Un sorpresivo viaje de regreso por unos días, trae la aparición de un viejo amigo suyo, Manuel, interpretado por Walter Jakob, que vuelve a Argentina junto a su novia Sofia (Jazmin Stuart), con el objetivo de lograr producir acá, el éxito que lo hizo famoso en España, la serie “Los Paranoicos”. Hasta ahí, la trama: dos jóvenes amigos que comparten una misma vocación con diferentes resultados: unos es exitosos, el otro no.

A ellos tres, se le pueden sumar Sherman, otro amigo de la infancia del grupo, de apariciones intermitentes y accidentadas, un portero fastidiable y colérico, el dueño de un supermercado chino y un guionista consagrado con el cual Gauna se identifica, pero no se termina de relacionar.

Esas no terminaciones del personaje de Hendler atraviesan todo el film y en ocasiones pecan de redundantes. Pero lo que se puede llegar a señalar como un error, termina siendo muy bien disimulado por el actor, que monta una personalidad perecida a la ya interpretada en El Abrazo Partido, aunque en esta oportunidad con mayor fuerza, quizás por ser este, el ley motive en el cual se basa la película y no el barrio de Once donde se apoya el film de Burman.

Como sea, Los Paranoicos tiene momentos impagables. Sólo para nombrar algunos, la escena donde Gauman se encierra para interpretar a un rock star cantando un tema de Todos tus Muertos o la pelea verbal –y no tanto- con el chino dueño del supermercado, mas buenos climas de tensión como la cena del reencuentro entre Manuel, Sofía, una azafata y él -o los- primeros planos logrados en la toma donde Hendler y Jakob pelean en un videojuego de box.

En el medio: disputas de amor, de reconocimiento, de jerarquías, inestabilidad y cobardías. Dos formas de abarcar al mundo que colisionan bajo un mismo techo. De fondo: buena musicalización, con apuestas a bandas como El Mató a un Policía Motorizado, Farmacia, Hamacas al Río y Doris y un homenaje a Bioy Casares

La primera obra prima de Gabriel Medina que cambia de piel y deja de ser el asistente de realizadores como Damián Szifrón o Martín Rejtman, y cierra así, su primera salida a la superficie que le garantiza una buena bocanada de aire para volver a sumergirse y producir. Hasta entonces.