lunes, 31 de mayo de 2010

ABRAZALO, VAZQUEZ


Estalla el Luna Park. La rosca de los medios dio resultado y más de 22.000 almas se paran en las butacas para cantar el himno nacional. Si cada uno de ellos se intentara encontrar desde el techo del teatro, no podrían ubicarse nunca porque esto es un verdadero despelote. Un hormiguero de aficionados al box que ahora putean al neoyorquino James Hamilton porque en la primera mano de la contienda buscó pegarle debajo del cinturón al córdobes Vazquez.

Y lo logró. Por eso, Tito escupe el protector bucal y el juez grita "break" metiéndose entre los peleadores, justo antes del momento exacto en que el grone le empezara trabajar el mentón para después dormirlo con el cross de izquierda que tanto lo caracteriza. El as bajo la manga que le dio la seguridad necesaria para viajar hasta Buenos Aires y defender el título mundial de la categoría "Mosca".

- Vas a tener que abrazarlo seguido, Mariano, porque este negro es un hijo de puta, le grita al oído, Carlos, mientras le hunde un hisopo lleno de alcohol en el ojo.

- Pase lo que pase, no me hagas la misma que me hiciste contra Campos en Mejico. No me tires la toalla.

Sonó la campana, Vazquez apoyó los antebrazos en las cuerdas del ring y haciendo fuerza con la columna salió para comerse a Hamilton, no sin antes golpear con fuerza sus guantes de box.

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