domingo, 14 de septiembre de 2008

EL ROCK NO ES UN TARADO DROGADO

El rock no es un tarado drogado. La cita corresponde a la última entrevista que Luis Alberto Spinetta dio para la revista C del diario Crítica. Spinetta la utilizó para definir el rol que el rock ocupa en la actualidad frente al surgimiento masivo de otros géneros musicales; y los de la revista C, utilizaron la frase para titular la nota.

Humildemente y desde mi punto de vista, creo que la frase sirve también, para enmarcar la concepción que los medios y el común denominador de las personas han adoptado de Charly García.

Más allá de los desbordes de García que -sin lugar a dudas- merecen su debida atención. No puedo evitar infundir cierto esbozo de desagrado frente a la banalización de alguien que marcó a fuego la cultura del rock nacional y redefinió los espacios y las formas de comprender la música y ejecutarla, al menos con veinte años de adelantamiento conceptual.

La semana pasada, leía una nota de contratapa del mismo diario en donde el fundador de Cerdos y Peces, Enrique Symns, aseguraba que el periodismo terrorista se había encargado de convertir a los consumidores de cocaína en depravados peligrosos o en víctimas de una enfermedad mortal.

En este sentido y siguiendo la línea editorial del autor, hay dos personajes que saltan a la vista del entorno nacional y supieron encasillarse dentro de estos parámetros. El primero de ellos es Diego Maradona, quien encarnó el rol del consumidor arrepentido y enfermo. El segundo es Charly García, quien desde el bando opuesto, exteriorizó su adicción y se hizo cargo de los desmanes provocados del consumo reincidente.

Desde el salto a la piscina desde un noveno piso y los destrozos en el hotel Hyatt o Solaz de Mendoza, pasando por la imagen de una cara destrozada tras un show en la trastienda donde el músico pretendía pasar 24 horas tocando, hasta la confirmación del parte médico que lo declaró con un cuadro de neumonía, desnutrido y psicológicamente desbordado, todo parece caer en el embudo facilista de la trituradora de ídolos.

Hace un tiempo a esta parte que García sólo es noticia por sus escándalos. Pero eso no significa que sólo haya echo escándalos, eso significa que la prensa terrorista prioriza hacer foco en ellos y no en la otra parte que produce e intenta generar nuevos espacios. Los medios se volvieron excesivamente dionisiacos con García. Y eso, no es exclusivamente una operación mediática realizada con Charly. La picadora de carne también opera a distintas escalas y con otras personalidades.

No importa la figura, cambia la cara pero no la forma y el ejecutante. Es el mismo periodismo que se agolpó contra la puerta de entrada de la quinta de Maradona en 1994 y después lo crucificó porque este les disparó con un rifle de aire comprimido para que lo dejaran tranquilo.

El periodismo talibán se encarga de mostrar y reforzar el lado monstruoso de las figuras, pero se indigna y se victimiza cuando las mismas actúan de forma monstruosa contra ellos. Bancate ese defecto.

No hace falta profundizar la cuestión para saber de que se habla, la prensa terrorista se regodeó con su imagen boca abajo, maniatado y balbuceante, con secuelas de sangre en los pies y la espalda en junio de este año. Pero la catarsis mediática de García, evoluciona desde hace tiempo. En abril del 2007, una foto de Charly aparecía en la tapa de la revista 7 días y se titulaba “Síndrome Diego”, la bajada de la misma alegaba: “Como el Diez, está arrasado por el alcohol. Se peleó a cuchillazos con su hijo Migue, encerró a 5 prostistutas, les quedó debiendo $10.000 y estuvo internado 48 horas en secreto. A los 56 años, entre el psicótico adolescente y el suicida adulto”.

Para algunos especialistas, García experimenta el síndrome del fade out. Su vida se va apagando, al igual que el recurso que los músicos utilizan cuando no le encuentran un final apropiado a una canción y en consecuencia le bajan el volumen. Para otros, las actitudes de García se generan debido a que la cocaína succionó toda la adrenalina de sus neuronas.

Fue Luca Prodan quien una vez le dijo al mismo Symns las invariantes del consumo desmedido, “la heroína por lo menos te mata, la cocaína te acompaña hasta la muerte.” Eso, es algo con lo que García tendrá que convivir y que es inseparable al personaje. Como también lo es, que los medios siempre hagan foco en los destrozos que ocasiona.

No es la primera vez que García sufre una internación. Hace 14 años, su madre lo recluyó en un manicomio con chaleco de fuerza incluido. El episodio se ganó el repudio del músico con su familia. También sufrió otros encierros, que fueron secretos y que duraron apenas días y no semanas, como aquella otra internación en una clínica de desintoxicación o la actual en el instituto Avril de Almagro, donde valga la redundancia, Maradona se recuperó de su última crisis. Los paralelismos asustan.

¿No te da miedo vivir así? Le preguntaron en el 94 a Charly. A propósito, el artista objetó: “No, me gusta, es parte de la religión. Los que tienen miedo se van antes. Lo que pasa es lo de siempre: si me tiño el pelo o si me interno, soy tapa de los diarios. Si me dieran la mitad de ese espacio cada vez que saco un disco, vendería millones”.

La cita reflota en la actualidad con más vitalidad que nunca. Hoy García tiene un disco sin estrenar y a medio terminar circulando por Internet. La prensa sólo se hizo eco del mismo, como complemento de una pelea entre él y su hijo Migue. Say no more.

Hoy Charly se siente solo, en su última nota dada para la revista Rolling Stone, asegura que las únicas personas que no lo cagaron en la vida fueron las putas, la policía y sus fans.
Lo acusan de coquetear con la muerte. Cuando ésta le llegue, seguramente dirán que fue un genio incomprendido. Para ese entonces, los medios ya habrán saceado sus miasmas y se subirán al vomitivo transe de informes recordatorios y notas en su memoria. En vida nunca lo cuidaron, pero se van a jactar de que sí.

Charly no es un tarado drogado que divierte a la gente, mientras el público medio, desde su sofá, se asusta o se ríe de lo que desata a la salida de un show o puertas adentro en un camarín.

Verte así no es el modo de verlo, esa es la rapsodia de los que decoran el tiempo. Porque como dijo Spinetta para la Inrockuptibles de Agosto: “Si un artista no se respeta a sí mismo, a fondo, se mutila. Y luego no aparecen las alas… Nunca más”.

3 comentarios:

luchito dijo...

Muy bueno. Más si se lo lee escuchando el MTV Unplugged.
El flaco Spinetta también dijo que charly "todavía tiene el oido", y eso es lo que nos obliga a seguir esperando la vuelta del gran charly, si es uqe alguna vez se fue. Pero en definitiva, como escribieron por ahí sobre el diego, sólo nos queda "conservar del deber de la memoria" y dejarlo tranquilo con sus mambos, y sobre todo tratar de entenderlo.

"la mediocridad,
para algunos es normal
la locura es poder ver más allá"

Vanina dijo...

Impecables palabras, Germán... no podías ser más claro...Charly es un genio, de cabo a rabo, y como tal, sólo se le da bola cuando sus actos son dignos de la prensa descartable. Sus genialidades no venden...porque no se venden, porque no coquetean con los juegos del mercado que no sabe distinguir las obras de los productos. A quienes admiramos a Charly, por su ser y no sus actos, sólo nos resta acompañar... dejarlo ser y permanecer al pie del cañon para cuando sea necesario.
Hay una canción de Edgar Winter, traducida por Pedro Aznar que se llama Muriendo por vivir. Uno de los fragmentos dice: "Algunos ven la distorsión como belleza, y sus cabezas no han sabido proteger, ahora dicen que hay humor en la tristeza, yo me pregunto si reirán cuando no esté"... lo peculiar de este tema, es que lo rescataron del baúl de los recuerdos el año pasado, cuando vio la luz el espectáculo Aznar-Lebón. Este tema lo escuchaban los Serú en medio de la ruta, en un coche, en alguna de sus tantas giras...¿qué vigencia no?
Cierro este comentario con la última estrofa de la canción... nos vemos el miercoles:
"lucharé por vivir hasta no haber por qué luchar/ e iré tratando de ver hasta que perciba el fin/ yo estoy tratando de dar, te ruego, dame un lugar/ por eso muero por vivir hasta estar listo a morir"

ID dijo...

tiene que estar en Blsfemia, esta nota es necesaria e imprescindible.
me gusta verte enojado german. suena gay, quien sabe. quizas me esten pasando cosas.
en serio: muy buena nota. excelentes citas. nada que criticar, entonces me voy.