viernes, 26 de septiembre de 2008

LOCA COMO TU MADRE


ADVERTENCIA:

"Si usted esta felizmente casado o conyugalmente completo, por favor absténgase de leer esta nota. El autor, no se hará cargo de los efectos colaterales que derivan de una perspectiva magra de eso que llaman “amor”. Ante cualquier duda lea el prospecto o consulte a su médico de cabecera".
El autor


Ayer me puse a pensar acerca de las probabilidades de enamorarse que tiene un hombre a lo largo de su vida. Caí en la conclusión de que nos enamoramos una vez, dos a lo sumo. Las demás, tranquilamente pueden encasillarse como calenturas pasajeras y son derivadas de un buen par de tetas o un culo medianamente admirable.

Deseamos lo que nos es efímero, vemos esas vedettes en la pantalla grande y se nos cae la baba, le juramos mil orgasmos, mil perversiones sexuales, pero todo se desvanece en el aire, por la simple razón de que si las tuviéramos, seguramente tendríamos sexo diez minutos y después dormiríamos dándole la espalda o le pediríamos amablemente que se vaya de casa.


Seamos sinceros, nadie soportaría un sólo monólogo de su boca. Imaginen cualquiera de esas rubias taradas contándonos que hoy a la tarde fue de compras. Escalofriante.

Entonces, caemos en la conclusión de que el hombre no quiere ser amado. El hombre quiere que lo escuchen y punto. Lo demás es secundario y puede amoldarse. Y que tarde o temprano, buscamos en una mujer, una madre. Una madre con sexo, pero una madre al fin.

Somos los eternos nenes de mamá. Nos guste o no, estamos condenados al edipismo; porque después de todo, ¿qué sería el Complejo de Edipo sin nosotros? Nada.

Que se enoje Sartre, pero no sólo entre el tiempo pasado y el presente; o el presente y el futuro hay nada. Sino también hay nada dentro de la cabeza de esa rubia con la que te acostaste ayer y que hoy no queres ver más. (¿Por qué siempre tienen que pagar los platos rotos las rubias?)

En fin, de ser menester que así sea, me haré cargo en el mas allá por los perjuicios ocasionados contra la reputación y credibilidad del francés. Lo indemnizaré, lo invitaré a cenar o le pasearé el perro, no lo sé. Bienvenido sea. Me importa poco, pero yo creo que su ensayo “El ser y la nada” está al menos incompleto.

Tranquilamente podría titularse “El ser, la nada y la rubia platónica que esta en la barra de un bar y que después no vas a querer ver más” (Habría que sintetizarlo, eso sí.)

Son tiempos difíciles para el amor. La vorágine nos chupa e indefectiblemente terminamos militando en el escepticismo sentimental. En fin, Calamaro, uno de los músicos mas romanticistas que he visto, ha dicho cosas muy coherentes y otras no tanto, pero sin dudas lo mejor que le escuche decir fue "no se puede vivir del amor".

Personalmente, creo que para embanderarse tras una afirmación de este tamaño, primero hay que saber que es el amor. Uno, en esta esfera no es ateo por naturaleza, sino artificialmente. Es decir, que se transforma en anarquista luego de haber tenido un desengaño amoroso importante. Agnóstico no se nace, se hace.

Y aquel que todavía no encontró el amor, lo esta buscando para en todo caso, convertirse después en un fundamentalista taliban en busca de Cupido, al que en uno de los actos más injustos en la historia de la humanidad, nunca demandaron por portación ilegal de armas. Ser su gangster de la guarda, el sueño dorado de papá que se divorció al año de conocer a mamá.

Esto, claro está, descartando a los que son correspondidos amorosamente y militan del otro lado del río. Los que “son felices y comen perdices” (y todos odiamos). Los que cuando se pasen de nuestro lado, le vamos a repetir una y otra vez que nosotros ya sabíamos como iba a terminar con esa loca, que se lo dijimos y que nunca nos quiso escuchar, que tenía várices, además del 100% de la culpa de su calvicie. Es causa y es efecto.

Ok, aceptemos la parte de culpa que nos toca. Solemos vender un producto que no podemos llevar adelante y la construcción teórica es desde la partida: utópica e insostenible. Pero tampoco esperen flores de los que recibieron palos, sabido es que la rabia nunca murió.

Al igual que Antoine De Saint-Exupéry en el prólogo de El principito, pero a diferencia de que lo hago en uno de los párrafos finales, voy a pedir perdón. No a los niños como lo hizo él, sino a aquellos lectores que en la actualidad experimentan flotar en el auge del ecosistema conyugal. A ellos, les pido que sepan disculpar la acidez y el bajo nivel de autocrítica.

Tengo para objetar, no obstante a mi favor, lo mismo que Freud dijo luego de que un limitado público de lectores leyera por primera vez “La interpretación de los sueños” allá por 1900, “reconozco que mis ideas son odiosas y conducen al desánimo”.

Asimismo, prometo -aunque a nadie le importe- otro día hacerme cargo de los muertos que aun respiran en mi placard. Del mismo modo, me comprometo en un futuro no muy lejano (imperfecto quizás), cambiar mi postura trágica de eso que llaman amor.

Hoy no.
Me duele la cabeza.

7 comentarios:

caléndula dijo...

esperaba encontrar un texto nuevo, pero como no, lo volví a leer.
y suponiendo que tengas razon
...
que cagada
...


salvo eso, que probablemente sea así, espero que andes bien y etcéteras varios

ID dijo...

que hijo de puta que sos, como me haces reir...
de todas maneras no comparto la idea de darle la espalda a la rubia. además me pareció un infinito eso de los diez minutos de sexo.
y pese a mis deficiencias sexuales, no le diría que se vaya. me imagino en boxer, echado como un perro.
viva la literatura uriarteana!

ID dijo...

ah! dame más, queireo quiero
dame, dame..
tu zaracandanga

German dijo...

mmmmm
es un tema dificil de tocar
el amor es relativo, segund el punto de vista como mencionabas, no se puede vivir del amor, pero no se si es posible vivir sin amor (ojo! siempre estamos hablando del amor de pareja, no del amor a una mascota, a cosas materiales, etc) debido a que el ser humano esta incompleto por si solo, y necesita su otro mitad, veamoslo como la media naranja.
en algun momento de la vida necesitamos compartir momentos, experiencias, conocimientos, sentimientos, calidez, muchisimas cosas que por si sola no escapan de uno y al poder demostrarlas a una persona especial se trasnforman en amor.
en la actualidad, creo estamos pasando por momentos en que todo es un "toco y me voy" al mejor estilo el baile de la gambeta de bersuit, a ver que tal es? me gusto? no me gusto? nos olemos luego.
y yo creo que tenemos que tener un punto medio, no casarnos con la 1er novia, ni tampoco con la ultima, sino conocer realmente a la persona, intentar abrirse hacia ella pero siempre guardando algo para nosotros, no es recomendable abrirse un 100% a la otra persona porque en el caso de que esta se espante y salga corriendo no queda nada para nosotros y se nos hace muy dificil levantar la situacion.
tambien se esta pasando por cosas bastantes anormales, por asi decirlo, como es el tema de la homosexualidad, etc. creo que el tipo no nace gay (solo en casos minusculos donde tiene un cromosoma de mas o de menos, no recuerdo bien el principio quimico que lo fundamenta) y la mina se hace gay porque tuvo malas experiencias, fue herida o mal enseñada y se cierra hacia su grupo, hacia su par femenina, esta se cierra y a otra cosa mariposa.
por mi parte, simplemente te puedo decir que en los tiempos que vivimos no es recomendable vivir el amor con pasion, porque a la larga te autodestruis, estamos en una sociedad globalizada y amor pasional quedo unos 20 / 30 años atraz mas o menos o talvez lejos de las grandes ciudades.


Che German, siempre me haces escribir mucho, sos un grande pa! y tenes re buenos post!

Damas Comunicacion Integral dijo...

Rulo! es excelente tu blog! ya lo he recomendado! saludos!

Damas Comunicacion Integral dijo...

Escribí más seguido rulin
!
Angelina!

Anónimo dijo...

"...Una razón descafeinada no es suficiente para abarcar un corazón etílico.
Sola por sus medios, es como la leche en polvo, necesita de otro elemento para que se transforme en tal.
Así, en gerundio, sin pretéritos perfectos o futuros inmediatos, esto está pasando...
Son tiempos difíciles para el amor..."
Creo, luego existo.