miércoles, 3 de junio de 2009

ENSAYOS BONSÁI


Qué tienen en común el rock, la política, la literatura, los estados de ánimos, las fiestas de la modernidad, el futbol, el cine y la historia? Que todos confluyen y conviven dentro de Ensayos bonsai, la última criatura de Fabián Casas que vio la luz a través del sello Emecé.

El ensayista de Boedo, arremete con una serie de ensayos que difunden la cultura de la contracultura y el boicot de la dictadura de la eficacia literaria sobre cómo hay que narrar. No en vano, a modo de introducción, Casas elige una cita de Davis Duchovny: “Lo que yo busco en la performance de cada actor es el Hamartia, un término de arquería que se refiere a la forma en que se yerra, no a la forma en que se acierta”.

Citador compulsivo y constructor de relaciones a modo de cruces para encontrar el punto G en la lectura y evitar fascismos narrativos, Ensayos bonsai ostenta 227 páginas escritas con la prosa del tuntún bajo el by pass del formato blog. Escritos que ya han salido publicados en el Diario de Poesía, en suplementos de cultura, en revistas como La Mano y en blogs como El Señor de Abajo, Mal Elemento, y El Remisero Absoluto. Todos ellos, que se leen de un tirón y que generan en el lector una abstinencia por seguirle los pasos al ensayo siguiente.

Piezas como “La repetición”, “La solarística”, “Permanencia bajo el arce” o “Rita y Bertoni” son apenas algunas de las muestras de la apreciación de Casas por el estado de las cosas y la cultura. Un escritor necesario con un libro necesario que deja en la conciencia de quien acude a sus páginas, la sensación de que cuando se lee a Casas, también se lo está escuchando, con un buen vino de por medio.