miércoles, 5 de agosto de 2009

ANARQUISTAS DEL AMOR (8° Parte)

Cuevas:

Me hartó. Nunca en mi vida he sido testigo de tamaña victimización. Hasta el más ignorante de todos mis alumnos se daría cuenta que proseguir en esa postura, es ya – a esta altura- un esfuerzo sobreactuado que bien debe debilitar su psiquis. Hay una primer cosa que debería saber: el amor jamás le va a pedir perdón.

Por otra parte, la victimización rara vez humaniza a sus victimas. Es decir, que usted no porta, ni puede ostentar autoridad moral para decirle a alguien como vivir sentimientos inexplicables.

Permítame correrme por un momento de la filosofía, para adentrarme en lo que la etnóloga Antonina Zhelazkova supo decir alguna vez: “es usual que una víctima se convierta en un carnicero”.

Al igual que ella, yo no pretendo que las personas puedan reprimir el instinto asesino después de haber sido perjudicados por una determinada situación, pero tampoco creo que por eso, tenga usted que sembrar el terrorismo sentimental. Entiendo si, que deba olvidar su pasado, transportar su humillación, alivianar su dolor y todo lo que quiera, pero hacerlo a cualquier precio, es algo para lo que no logro encontrar justificación alguna.

El ser humano tiende a interpretar los desencadenamientos del mundo de acuerdo a sus experiencias y en este punto tanto usted como yo, somos inimputables. Ahora bien, plantear las relaciones sentimentales entre dos seres humanos como un juego de supervivencia, es un tanto fascista. Con ese criterio, hemos retrocedido a la etapa del darwinismo social y esto es un mero juego en el que triunfan los más aptos. Pues no, la clemencia, la comprensión, la confianza y la compasión también existen y valga la redundancia, son armas y elementos que están dentro del juego con un fin determinado.

Reconstruya su vida Cuevas, es justo y necesario. Dese cien veces más, la cabeza contra la pared, sangre, llore y vuelva a levantarse. De otro modo: ¿para qué vive? He dicho, hasta acá tolero su farsa. No voy a incurrir en ningún otro tipo de agravios, y al mismo tiempo, no voy a permitir que me los propicien. Termine con su autoengaño. Le fue mal y punto. Asista a un psicólogo si quiere pero deje de despotricar contra la primavera y el bienestar amoroso de los demás. No es quien, no tiene autoridad, ni detenta ningún permiso celestial para hacerlo.

Al igual que Knud Lögstrup creo que usted “tiene una opinión demasiado elevada de si mismo para soportar la idea de que ha actuado erróneamente”. En efecto, todas aquellas acciones que usted emprende no tienen otro objetivo que desviar la atención de su propio error para centrarlo en lo desdichosa que ha sido su vida sentimental y lo injusto que es el amor con su persona y así, poder justificar cualquier tipo de aberración contra el sexo opuesto a quien busca despiadadamente culpar de sus padecimientos y tribulaciones.

Para usted siempre es el otro el que ocupa el papel protagónico de este melodrama. Abra los ojos Cuevas, la vida es una sola.

Hay una segunda cosa que debe saber: no es el dueño de la verdad. Usted sólo opina que las cosas son así, pero ese opinar es sólo una porción –distorsionada por cierto- de la realidad. Hay personas -que no puede negar o pasar por alto como si fueran fantasmas- que no comparten su tétrica visión y que por ende prefiere basar sus actitudes en valores diferentes a los que usted maneja y cree que son superiores.

Además, si todos seguiríamos sus consejos, el mundo viviría aislado, en continuo estado bélico con sus pares, y eso Cuevas, atentaría contra lo que alguna vez, uno de sus filósofos preferidos vaticinó.

Sólo por si lo olvida y también -¿por qué? no- a modo de conclusión, fue el mismo Kant quien alguna vez dijo que nuestro planeta es esférico y por lo tanto, tal condición nos obliga como habitantes a vivir para siempre en la proximidad y compañía de otros. Por ende, mantener distancia entre las personas y querer ampliarla -como usted pregona- sería naturalmente imposible y contra las leyes de la naturaleza no se pude.

Atentamente, Watson.

Nota: Recuerde que nadie –por más excepcional y autosuficiente que se crea- puede vivir solo.

Q.E.P.D.

1 comentario:

Vi* de.liras dijo...

hola compi por aca vivi, quería preguntarte esto lo escribes tu?.... las 8 partes.. bueno llegue acá por pura casualidad.... por una imagen que esta en el blog... y bueno tienen un blog muy lindo, y maás que esto me gusta el contenido. un abraxo.

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Amor y Anarquía